martes, 30 de abril de 2013

Personajes del Remansinho: Seu Malaquías (profesión: siringueiro)

Seu Malaquías (el Sr. Malaquías, como es conocido en el Remansinho) es un hombre de bastante edad, piel curtidísima, talla pequeña... vive en donde el Ramal dos Siringueiros desaparece dentro de la selva. Anda solo casi siempre. Cuando va liviano de peso lleva una mochila chica. Cuando está cargado lleva una bolsa de arpillera en el lomo de su caballo. Dentro de la bolsa de arpillera, entre otras cosas está la mochila. Seu Malaquías no recuerda cuándo exactamente llegó al ramal, pero tenía unos 14 o 15 años. Hablé poco con él. Tipo de palabras amables dichas siempre en voz baja, con un fuerte acento del lugar... sonrisa permanente... 

Pablo y Kézia me cuentan que Seu Malaquías conoce la selva como pocos. Tiene unas setenta siringueiras (árboles de los que se extrae el látex natural) crecidas de manera natural en la selva... las conoce y las reconoce a todas. Les conoce las heridas por donde sale el látex y las curas... las cuida, las visita. Seu Malaquías nunca necesita de mapa: cada siringueira le dice dónde está, cuánto falta para llegar, para dónde es el camino que lo trae y cual es el camino que lo lleva. Las siringueiras son sustento y también las referencias de su mapa. Seu Malaquías, personaje de cuento.

Seu Malaquías conversando con Kézia.


Jussimar y la inteligencia

El día del empantanamiento fotografiado aqui, estuvimos casi dos horas sin poder salir del atolladero... el bloqueo de diferencial del auto no estaba funcionando, empantanado con tres ruedas entre el barro y el agua, de las que sólo giraban una delantera y una trasera. Varias personas que viven en el Remansinho pasaron en moto y con su ayuda intentamos diferentes cosas:  empujar, calzar una rueda con un tronco... nada funcionó. Cuando todos habían abandonado todo intento de ayudarnos y se fueron con la promesa de buscar la ayuda de un camion para sacarnos aparecen  en moto Jussimar y Tatiane. Jussimar bajó de la moto... dio la vuelta al auto... miró por abajo, metió los pies en el barro, movió las ruedas para comprobar cuales estaban sueltas y cual afirmada en el suelo. Pregunta si habiamos intentado empujarlo. Le cuento que llegamos a ser cinco intentándolo. Sonríe (sonrisa seria). Me mira fijo y me dice "tiene que salir... va a salir". Lo miro incrédulo. Se pone a mirar alrededor, junta un tronco de un metro por unos 30 cm de diámetro con un extremo sobresaliente de cada lado... va a buscar más... vuelve con una vara de unos 10 metros de longitud y unos 15 cm de diámetro... tomó el primer pedazo de tronco y lo golpeó dos veces de cada lado contra el piso, haciendo que se parta al medio longitudinalmente. Se metió en el barro de nuevo y calzó la vara larga debajo de la suspensión de la rueda trasera que estaba más cerca del piso, haciendo palanca para dejar espacio para que yo pusiera los troncos partidos debajo de la rueda. El auto salió hacia atrás perfectamente. Kézia, mi compañera de aventuras amazónicas le dijo "sabés la cantidad de gente que estuvo intentando ayudarnos a empujar para que saliera?" y Jussimar muy tranquilo, embarrado hasta la cabeza, sonriente, le contestó "es que lo que  hacía falta era inteligencia". Subió a su moto, de la que Tatiane no se había bajado, y se fueron quién sabe a dónde...


domingo, 28 de abril de 2013

Personajes del Remansinho: Jussimar y Tatiane

Jussimar e Tatiane son una pareja que viven con los padres de ella en una de las típicas casitas de madera del Remansinho. Estan casados (o mejor dicho "juntados" como ellos mismos aclaran cuando se les pregunta). Jussimar tiene unos 19 años, y Tatiane tiene 13. Los dos son hermosos, sobre todo ella, que parece salida de un cuento. A él se le nota mucho el maltrato de la vida en el mato: visiblemente ya le faltan dientes y muestra cicatrices... sin orgullo...apenas lo que pasa cuando se vive allí. Ella podría ser una muñequita morena de esas tantas que uno ve en São Paulo, o Rio, o Buenos Aires... con una cicatriz de una picadura de algún insecto que le molesta como única señal de vida no urbana. Él está sucio de trabajar la tierra, de poner los pies en el barro, de cargar cosas sucias sobre la espalda... la cara arañada de cicatrices... y de nuevo la mirada seria. Cuando uno pregunta qué tiene Tatiane en el brazo, esa picadura que parece infectada, él dice con seguridad: "es un verme" y pregunta si podemos medicarla para que se le pase la picazón. A primera vista no nos parece que sea un verme... después vemos que sí, que él había observado bien. Tatiane se abraza a él con una sonrisa. Él sabe de qué se trata... y es evidente que sabe protegerla y cuidarla. Ella sabe que adentro del mato es él quién sabe y se abraza más fuerte. Son dos niños, pero miran como adultos, hablan como adultos... están enamorados como niños... y como adultos...


Viaje en moto por la selva

El martes teníamos que intentar entrar en uno de los ramales más inaccesibles: el Ramal dos Goianos. El ramal estaba marcado como "intransitable" y realmente, según los baqueanos no daba para entrar excepto en tractor. Conversando con una de las personas del Remansinho, nos fue sugerido entrar en moto por un camino alternativo, dentro de la selva. Esta persona estaba dispuesta a llevar a uno de nosotros en su propia moto. Para realizar el trabajo de recorrer las casas del ramal necesitábamos ser por lo menos dos personas. Por suerte Suzy, una vecina entrenada por el servicio de salud para cuida del monitoreo de infecciones (principalmente malaria), se ofreció para llevarnos selva adentro en su moto también. Según ela podía llevar a dos de nosotros, con lo cual seríamos cinco personas en dos motos: una con su dueña dirigiendo y yo como pasajero, y otra con su dueña dirigiendo y otros dos miembros del equipo. 

La travesía empezó complicada: dentro de la selva además deinterminables  atolladeros de agua y barro había una enorme cantidad de troncos de árboles caídos, ramas gruesas pasando a una altura próxima a la de nuestras cabezas, plantas con espinas,  y demás. En todo momento era necesario bajar de la moto para empujar o sacarla de algún barrial onde se enterraba hasta pasados los ejes de las ruedas. En un determinado momento, la persona que me llevaba nos dice que no consigue seguir adelante con su moto, que es necesario seguir a pie la distancia que quedaba (unos 5 o 6 km). Al mismo tiempo, una de las personas del equipo también decidió no continuar la aventura. Continuamos Kézia (mi compañera de esta aventura) y yo, junto con Suzy, dueña de la otra moto y baqueana también. Siendo nuevamente tres para una moto de 200 cm3 decidimos intentar atravesar los kilómetros de selva faltante los tres haciendouna verdadera travesía de motocross en una única moto. La experiencia fue alucinante y nos permitió muestrear familias aisladas, en las cuales se detectó un problema nutricional (anemia) que fue atendido. Lamentablemente no hay registro fotográfico, ya que el peso debió reducirse al mínimo posible y ninguno de nosotros llevó cámara: no era un evento deportivo ni lúdico: el objetivo (y la prioridad) fueron cumplidos llegando de vuelta con muestras e info colectadas. Trabajo cumplido en condiciones extremas, con alegría, placer y un toque de aventura.


miércoles, 24 de abril de 2013

Lunes y martes en la Amazonia

Después de un domingo espectacular, lunes, y martes volvimos a la rutina de visitar familias en el Remansinho, entrando en las casas, conversando con las personas, intentando entender mejor la vida de estas gentes y su convivencia con la naturaleza, a veces tan dura para estas gentes que no ven la amazonia através de un vidrio y con aire acondicionado: esta selva que los alimenta, los somete a tantos sacrificios.

Durante los tres días salimos como siempre, muy temprano de mañana, con este sol naciente en el camino...

Ramal Remansinho, límite entre los estados de Rondônia y Amazonas... (foto por Kézia Scopel)

... entrando en selva semi-cerrada o cerrada en auto (siguiendo huellas) o incluso a pie... 


Ramal dos Siringueiros, estado de Amazonas... (foto por Kézia Scopel)

Después de las lluvias de verano, que ya están acabando, se forman atolladeros de barro, en los cuales nos empantanamos el lunes y el martes, una vez con el volante en manos de Kézia, compañera de aventuras en este viaje, y otra con el volante en mis propias manos. 

Foto de empantanamiento de la brava Mitsubishi Pajero

La Mitsubishi Pajero empantanada. Puede apreciarse en el lado derecho, al fondo de la foto el efecto sobre la moral de la tropa...

Detallle del efecto del empantanamiento sobre la moral de la tropa (1)

Detallle del efecto del empantanamiento sobre la moral de la tropa (2)

Mientras esperábamos la ayuda solidaria de personas del lugar (que llegó después de un rato) había que motivar al equipo, tarea que emprendí con mucho entusiasmo, como puede verse en la próxima foto...

Cantando a capella (las malas lenguas dicen que a los gritos) "O qué é que tem?" de Jorge e Mateus...

Debo decir que después de escuchar durante dos semanas ese tema de Jorge e Mateus, era la única letra de todo el repertorio sertanejo existente en el auto que había conseguido aprender... el show de una única canción duró unos 30 minutos y fue un éxito... digo yo. A continuación la música en versión original.

O qué é que tem, de (y por) Jorge e Mateus... si lo escuchás dos veces seguida te quema la cabeza. Usar con cuidado.


lunes, 22 de abril de 2013

Domingo: día de descanso y paseo

Domingo es también día de descanso y paseos en esta Amazonia de agua y fuego. Día de levantarse tempranito a leer los diarios aprovechando que internet funciona mejor, desperezarse en la red sintiendo el fresquito del viento mañanero, tomar un largo desayuno, conversando sobre las peripecias de la semana, para finalmente, ir a comer a una parrilla y volver para hacer una siesta. Después, subimos en la Mitsubishi Pajero 4x4 y partimos para un paseo hacia una de las fronteras exremas de Brasil: Plácido de Castro - Puerto Evo Morales. Ambas ciudades, a 35 km de Acrelândia, pertenecen respectivamente a Brasil y Bolivia, y están separadas por el río Abunã.

Rodovia do Agricultor (estadual) que sai de Acrelândia y llega a Pácido de Castro, frontera extrema de Brasil con Bolivia (foto por Kézia Scopel)

Puente binacional (Brasil - Bolivia) sobre el río Abunã

Calle principal de Puerto Evo Morales (foto por Kézia Scopel)

El oficial a cargo de la Marina Boliviana nos dejó visitar las instalaciones, que tienen una vista privilegiada del río Abunã (foto por Kézia Scopel)

Desde lo alto de este mangrullo... (foto por Kézia Scopel)

... pudimos ver el río del lado boliviano

Al volver a atravesar el puente binacional hacia Brasil...


... pudimos apreciar el paseo costero en Plácido de Castro, con sus barcos de pescadores...

... sus aguas mansas rodeadas de selva a un lado y otro de la frontera...

... sus comunidades ribeirinas...

... y el ritmo de sus gentes.

Finalmente emprendimos la vuelta a Acrelândia, parando en unas colinas para ver la puesta del sol.

`Puesta de sol en la ruta Acrelândia - Plácido de Castro (foto por Kézia Scopel)

Puesta de sol en la ruta Acrelândia - Plácido de Castro

Puesta de sol en la ruta Acrelândia - Plácido de Castro

Puesta de sol en la ruta Acrelândia - Plácido de Castro (foto por Kézia Scopel)





sábado, 20 de abril de 2013

Personajes del Remansinho: o Negão da Silvana e a Silvana do Negão

Entre las muestras del ramal das Castanheiras nos encontramos con una que al ser analizada dio positivo para el examen de malaria. Hoy a la madrugada nos organizamos para ir a buscar a las personas de ese domicilio al ramal y hacer entrega de los medicamentos. A mitad de camino los vemos venir ella caminando con una perrita y él, su pareja, empujando una moto para sacarla de un barrial: iban para la Vila (Nova California) a intentar hacer una consulta. Paramos y ofrecimos llevar a la mujer que estaba realmente muy debilitada, con su perrita. Dona Silvana (que ese es su nombre) agradece y acepta. El, Edson, también agradece, y sigue camino para llegar con su moto por su cuenta. En la conversación con ellos le preguntamos a él: cómo o senhor é conhecido no ramal? qual o apelido? (con qué nombre usted es conocido en el ramal? que sobrenombre?). Rsponde con orgullo: sou o "Negão", o  "Negão da Silvana". Subimos al auto y vamos andando. En eso le preguntamos a ella lo mismo: como a senhora é conhecida no ramal? Responde con orgullo: sou a Silvana, a Silvana do Negão. Así son ellos, o Negão da Silvana e a Silvana do Negão. Gente queridísima.


Seguimos navegando la floresta amazónica

Seguimos a mil navegando la floresta amazónica, entre mosquitos, micuins, mariposas, tábanos de diferentes tipos, gente sufrida y a pesar de eso feliz, malaria, perros vagabundos como yo, alguna víbora sorprendida, y los mil verdes de la selva. Sobran los verdes, rojos, amarillos, azules... sobran los callos en las manos de esa gente, sobra el agua que brota abajo de las ruedas de la camioneta...

Algunas fotos de anteayer, ayer y hoy aquí...

Amazonia fantasmal: niebla mañanera... (foto por Kézia Scopel)

Visitando una típica casa amazónica... (foto por Kézia Scopel)

Aplicando cuestionarios epidemiológicos (miembro del equipo: Bruna) en el Ramal das Castanheiras - Remansinho


Cocina típica de casa amazónica - horario de almuerzo (foto por Kézia Scopel)

Rutina del equipo en el Remansinho: Extracción de sangre de pacientes: Kézia, cuestionarios epidemiológicos: Bruna, evaluación clínica: Carla


Navegando la floresta al volante de una 4x4... (foto por Kézia Scopel)

Entrando y saliendo del mato cerrado... (foto por Kézia Scopel)

Se trabaja duro... en la Amazonia no hay descanso... (foto por Carla Carvalho)

Finalmente, noche de asado, evaluación de las actividades de la semana, programación de la semana que comenzará...

... a cargo de Pablo, paulista, ídolo de Acrelândia... y nada más será dicho al respecto por el momento!


miércoles, 17 de abril de 2013

Segundo día de trabajo de campo en el Remansinho

Hoy fue el segundo día de trabajo de campo en el Remansinho. Sin muchas novedades, nos largamos temprano por los caminos de tierra y barro. 

La Mitsubishi Pajero, recién atollada en el barro... (foto sacada poe Kézia Scopel)

 parecía que no había manera de sacarla... y ni quiero comentar que la puse ahí yo solito como un gil... pero con la doble tracción y el bloqueo de diferencial es un tractorcito! 

Aire triunfal después de provocar y arreglar la catástrofe... (foto sacada poe Kézia Scopel)

Aprovecho para tirar un par de fotos más por aquí...

Atardecer en ruta acreana en los confines de Brasil (foto sacada poe Kézia Scopel)

Horizonte amazónico al atardecer (foto sacada poe Kézia Scopel)

Atardecer con castanheiras amazónicas en una fazenda acreana

Media luna amazónica


lunes, 15 de abril de 2013

Primer día de trabajo de campo

Hoy fue el primer día de laburo de campo en el local que llamamos "O Remansinho" (en la triple frontera entre los estads de Acre, Rondônia y Amazonas), a unos 130 km de Acrelândia. Se llega por la rodovia federal (BR) que uno las capitales de Acre y Rondônia (Rio Branco y Porto Velho respectivamente) hasta el ramal Mendes Júnior, una entrada de tierra muy precaria que se ceirra en una huella y se interna en la selva a unos 30 km de la BR. El local de estudio comienza aproximadamente a unos 70 km de la BR "dentro do mato". En época de lluvias (esta época por ejemplo), eso se convierte en una verdadera experiencia off-road: hay que ir por caminos que realmente nadie transita, no es un juego o un deporte, HAY que llegar a donde hay que llegar porque hay enfermos esperando diagnóstico, medicamentos, etc, no hay dispositivos de ayuda cuando te quedás con el auto (del tipo de una 4x4 de un amigo con un malacate para ayudarte a salir del atolladero), y si tenés que irte caminando, la ruta esta en media a 70 km. Para esos menesteres contamos entonces con la nobilísima Mitsubishi Pajero (4x4) que nos lleva y trae por esos caminos.

La Mitsubishi Pajero (4x4) en la cual navegamos este lado de la Floresta Amazónica. 

Decime que hacés off-road que te muestro el Remansinho.

Tramos de huella en la selva cerrada.

En la selva también se ornamentan los jardines con flores...

... se domestican...

y crian tucanes...

... entre mariposas de colores que andan cerca de los charcos de agua...

en fin... cosas que te dejan con los ojos bien llenitos por todas partes.

Ahora, en este exacto momento, estamos preparando la jornada de mañana, que promete nuevas historias.


domingo, 14 de abril de 2013

El equipo de Acre: preparando la jornada del lunes

El equipo de Acre en Acrelândia, en plena concentración regada a cerveza y comiendo un delicioso tambaqui recien sacado del agua... repasando las causas y azares de un durísimo (?) fin de semana... bueno, si no quieren no me crean.

De izquierda a derecha: Pablo, Kezia, Bruna, Carla y un servidor.



Una mañana de domingo diferente

Esto es apenas un registro fotográfico de mi mañana de domingo en Acrelândia: computadora abierta, los diarios del domingo (infaltable la lectura de la culumna de Mario Wainfeld en Página/12), en el (todavía) fresquito mañanero acreano post-tormenta. Si cuento que encima me pagan por esto el envidiómetro se pone al rojo, no?


Hora de lectura en la galería de la casita amarilla.



sábado, 13 de abril de 2013

Llegando a Acrelândia

A las 15 hs aproximadamente llegamos a Rio Branco, donde nos esperaba parte del equipo en el auto para hacer los 140 km por tierra que hay entre la capital y Acrelândia. Todo ese verde de siempre, la tierra colorada, y la llegada a la entrañable casita amarilla (ya comentada en otros viajes). La sorpresa esta vez estaba en los siguientes hechos:

1. En la casa hay buena conexión a internet.

2. Tendré para elegir una cama donde dormir y una red (hamaca paraguaya).

3. Hay sábanas para los visitantes.

4. Entre las sábanas limpias que me dejaron encontré una castanha elétrica especialmente dejada para mí por mi amigão Marcelo (como acreditado por la foto abajo).

También se corrió la bola de que se bailar tango (?). Dicen que no puedo decepcionar a las mujeres locales (??????). Voy a necesitar la castanha elétrica.

Así las cosas, con estos servicios, bienes y sobre todo con este amuleto lleno de significados, emprendemos la estadía!


Castanha elétrica que me fue dejada como amuleto y presente de buen augurio.